La Ansiedad por la Separación en los Niños
¿Qué es la ansiedad por la separación?
- Es un tipo de ansiedad (angustia, malestar, tensión y temor) que experimentan los niños cuando se separan o alejan de los adultos a quienes están más apegados, típicamente sus padres o encargados.
- El niño se aferra al adulto, se niega a apartarse, rechaza a otras personas, se tensa, se queja, llora, grita.
¿Es normal que los niños manifiesten ansiedad por la separación?
- Sí es normal, es un fenómeno observado a través de la historia y alrededor del mundo.
- Ya que los niños pequeños no pueden sobrevivir sin adultos que los cuiden, la ansiedad por la separación es un temor básico del ser humano que nos sirve para mantenernos a salvo.
- Aunque es una experiencia desagradable, es un buen indicador, ya que señala que el niño reconoce a quienes le cuidan y que ha establecido vínculos afectuosos con éstos.
- La ansiedad por la separación es una etapa normal del desarrollo infantil; la mayoría de los niños la experimentan en la infancia.
- Pudiera representar un trastorno emocional en niños de más de 18 meses de edad.
La ansiedad por la separación según la edad de los niños:
- La ansiedad por la separación suele seguir un patrón predecible.
- Frecuentemente los bebés de unos 6 meses lloran y gritan al quedarse solos, para llamar la atención.
- Gran parte de los infantes muestran síntomas de ansiedad por la separación de sus padres o encargados entre los 8 y los 18 meses, pues al no saber que regresarán, se sienten inseguros y vulnerables.
- Usualmente se manifiesta con más intensidad entre los 8 y los 18 meses de edad, y mengua alrededor del 2do cumpleaños.
- La ansiedad ante la separación suele cesar una vez que los niños comprenden que sus padres no han desaparecido y que han de regresar.
- Al apartarse de sus padres o encargados, muchos niños entre los 18 meses a los 3 años hacen berrinches como muestra de angustia y para tratar de influenciar a los adultos.
- Entre los 3 y los 5 años usualmente los niños demuestran sentirse ansiosos al separarse de sus padres o encargados al comenzar el preescolar o la escuela.
- La ansiedad por la separación que experimentan muchos niños al comienzo de la guardería o la escuela cede cuando se sienten suficientemente seguros en el nuevo entorno y son capaces de confiar en otros adultos aparte de sus padres.
Causas de la ansiedad por la separación:
- Los bebés y niños pequeños no tienen noción del tiempo, por lo que piensan que lo que ya no ven, ha desaparecido.
- En medida que los niños se sienten seguros en compañía de sus padres o encargados, se sienten inseguros al separarse de éstos, especialmente fuera del entorno familiar del hogar.
Influencia del temperamento y la herencia:
- Aunque todos los niños sienten ansiedad, el temperamento y la genética predisponen a ciertos niños a ser más ansiosos que otros.
- Hay niños cuyo temperamento alto en reactividad y bajo en adaptabilidad les hace más propensos a experimentar ansiedad.
- Los niños pueden heredar una tendencia a responder a las situaciones novedosas con niveles altos de tensión, preocupación, y temor.
Influencia de los factores ambientales:
- Aún en niños mayorcitos, la ansiedad por la separación puede precipitarse o intensificarse cuando ocurren cambios en su entorno.
- Sucesos tales como el nacimiento de un hermanito despiertan en los niños sensaciones de vulnerabilidad; sienten que han de competir por la atención de los padres, por lo cual no quieren separarse de éstos.
- El cambiarse de casa representa para el niño separarse de un entorno físico familiar y enfrentar uno desconocido, por lo que muchos niños responden a la mudanza con ansiedad y con aferramiento hacia los padres.
- Los acontecimientos traumáticos, tales como accidentes, victimización, desastres naturales, y la muerte de un ser querido pueden desencadenar retrocesos en la trayectoria de desarrollo del niño, inclusive la manifestación de ansiedad por la separación más allá de la edad típica.
Prevención de episodios de ansiedad excesiva ante la separación:
- La actitud de los padres es fundamental para que la ansiedad por la separación normal no se convierta en un trastorno de ansiedad.
- Cuando los padres se sienten inseguros, le transmiten inseguridad y falta de confianza a sus hijos.
- Los padres deben cultivar un apego seguro con sus niños, demostrándoles atención y afecto, y satisfaciendo sus necesidades.
- Pueden jugar juntos juegos de separación y regreso, de esconder y encontrar, los cuales les enseña sobre conceptos tales como constancia y permanencia.
- Permitir y promover que los niños se relacionen con personas de confianza, para reducir la dependencia excesiva hacia los padres o encargados.
- Ir aumentando gradualmente la duración de las ausencias de los padres.
- Fomentar la autonomía del niño al presentarle opciones y oportunidades de actuar independientemente según sus capacidades.
Preparando al niño a lidiar con las separaciones:
- Para que los niños se desarrollen sanamente, es necesario que experimenten situaciones de separación y reunificación de sus seres queridos.
- Estas experiencias ayudan al niño a comprender que lo ausente puede volver a hacerse presente, y a aprender a crear representaciones del padre ausente.
- Las experiencias de separación enseñan al niño a aceptar nuevas personas y lugares seguros, lo que desarrolla su sentido de confianza en el mundo fuera del hogar.
- Si evitan toda separación, los padres pueden comunicar a los niños su propia ansiedad, poniéndoles a riesgo de desarrollar un Trastorno de Ansiedad por la Separación.
Ayudando a los niños a sobreponerse a la ansiedad por la separación:
- Escuchar al niño, pidiéndole que exprese sus temores.
- Comunicarle comprensión y confianza.
- Decirle que es normal sentirse incómodo al separarse de los padres.
- Representar con muñecos o marionetas las escenas de separación y reunificación.
- Informarle con un tono positivo sobre lo que sucederá en su ausencia.
- Explicarle dónde estarán los padres cuando no están con el niño.
- Confortarle indicando cuándo regresarán (después de la siesta o la merienda…).
- Recordarle que los padres siempre regresan.
- Establecer una rutina breve al despedirse del niño (besos, abrazo, canción…).
- Ocuparle con una tarea para que se sienta involucrado en el proceso.
- Dejar con el niño fotos y artículos familiares (cobija, juguete…) que le recuerden a los padres.
- Alabar sus intentos por tolerar y superar la ansiedad.
- Reconocerle y premiarle cuando tolera la angustia por la separación.
- Antes de la primera vez en que se deje en la guardería, visitarla con el niño y compartir tiempo agradable allí con el proveedor de cuidado infantil.
- Conversar con el proveedor de cuidado infantil para coordinar esfuerzos.
- Cuando el niño exprese ansiedad por la separación, el proveedor debe consolar al niño y comunicarle que entiende su angustia.
- Tanto padres como proveedores pueden intentar provocar emociones que combaten el temor en el niño, tales como la confianza, la seguridad, la tranquilidad, y la risa.
- Una vez se retiren los padres, distraer al niño con objetos y juegos llamativos.
- Los padres no deben partir sin despedirse cuando el niño está atento.
- Los padres no deben sucumbir al llanto del niño, dilatando la partida.
- No burlarse, avergonzar, ridiculizar ni regañar al niño por su ansiedad.
- No mentirle al niño.
El trastorno de ansiedad por separación:
- Los padres deben procurar asesoramiento profesional si la ansiedad ante la separación es excesiva, causa angustia, interfiere con el aprendizaje y el funcionamiento social del niño, y persiste más de 4 semanas.
- Según la Oficina del Cirujano General del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos, en el 4% de los niños con ansiedad por la separación la angustia no disminuye, sino que se convierte en un Trastorno de Ansiedad por Separación.
- El diagnóstico y la intervención temprana del Trastorno de Ansiedad por Separación reduce el impacto del trastorno en el desarrollo y bienestar del niño.
- Sin ayuda profesional, los síntomas pueden incapacitar al niño, y extenderse a largo plazo.
Está claro que los niños sufren en este tipo de situaciones, y es responsabilidad de los adultos tratar de evitar que no se vean envueltos en situaciones incomodas, violentas en las que los niños sientan que tienen que tomar una decision o elegir entre uno de sus padres.
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